Fraude Fiscal de Cristiano Ronaldo.
Filtraciones de Football Leaks a medios de comunicación publicadas en la última semana, indican que Cristiano Ronaldo, José Mourinho y otros deportistas profesionales representados por Jorge Mendes han podido desviar de Hacienda cantidades importantes de dinero a través de sociedades en paraísos fiscales como las Islas Vírgenes Británicas, amen de otros territorios off shore en el interior de la Unión Europea como Irlanda, como ocurrió en el caso Apple. Desconozco la veracidad de dichas afirmaciones (aunque sus protagonistas no han realizado ningún desmentido ni han interpuesto, que se sepa, ninguna acción). Por la importancia de las cantidades y el impacto social, las noticias de se ha centrado en Cristiano Ronaldo.
Conviene que se vea el esquema empleado por Cristiano Ronaldo a través de este cuadro de Mediapart.fr
El asunto tiene implicaciones importantes, que van más allá de su avaricia o falta de ética. Es una situación que si se confirmara sería delictiva y que, por ello, debe afectar a todos los que han participado, por acción u omisión. Implicaciones que potencialmente afectan al propio jugador pero que también se refieren a la Administración -por no vigilar adecuadamente- a los clubs -por la gestión conjunta de los derechos de imagen y a las empresas que han pagado estas cantidades en paraisos fiscales. Y desde luego, nos cuestiona si el sistema tributario está adecuadamente configurado, ya que permite que abogados desde la sombra de sus despachos puedan desarrollar estas estrategias de optimización fiscal, por utilizar el eufemismo usual.
Por un lado, llama la atención que ahora se abra una investigación, por parte de las autoridades. Los casos anteriores que terminaron con las condenas penales a Messi o Mascherano y las investigaciones en otros casos nos hacen ver la conveniencia de que el deporte profesional esté dentro de los planes de inspección anual de la AEAT. Al mismo tiempo, el conocimiento por los medios de comunicación de las cantidades netas que perciben obliga a que se examinen con lupa los procedimientos que utilizan y la calidad de sus declaraciones tributarias. La gestión de los derechos de imagen, que han venido asumiendo los clubes total o parcialmente es otro factor que hace ineludible la presencia del deporte en los planes de inspección. El montante de lo que los clubs de fútbol adeuda a la Hacienda pública sería el último elemento en est misma dirección.
En segundo lugar la responsabilidad de los pagadores, de los clubs de fútbol. Desde hace años los medios de comunicación nos señalan dos aspectos de las retribuciones de los deportistas profesionales y, en particular, de las mega estrellas: que las cantidades son netas y que gestionan total o parcialmente los derechos de imagen, que es lo que ha hecho estallar el caso Ronaldo. Pues bien, si esto es así, si como dicen están gestionando sus derechos de imagen, ¿qué responsabilidad tiene el Real Madrid por estas defraudaciones? ¿Dónde y por quién se han materializado los pagos por derechos de imagen?
No estaría tampoco de más incidir en las empresas a las que Ronaldo ha vendido su imagen y que han consentido unos pagos de forma poco clara. Porque no puede dejar de resultar extraño que unos derechos de imagen se puedan pagar en Paraísos fiscales. Es un problema de l aplicación de esa idea que estuvo tan de moda hace algunos años, la de la responsabilidad social corporativa.
Dejo para el final a Ronaldo. La gravedad de la presunta defraudación que se le imputa es directamente proporcional a sus retribuciones y a su imagen pública. Y en este caso, es evidentemente muy alta. Especialmente porque Ronaldo no es una persona que ha padecido la crisis especialmente, ya que los incrementos salariales desde 2009 ha sido muy sustanciosos. Pero más allá de esto, por el incumplimiento que parece haber cometido.
Por el interés de la ciudadanía sería conveniente que se dilucidara con la mayor precisión el montante de la responsabilidad en que han incurrido todos los afectados. Aquí no se está poniendo en cuestión sus virtudes como jugador. Pero su relevancia pública no puede ser una razón para eludir su responsabilidad ni para que las actas de conformidad pudieran ser más reducidas de lo debido. Espero por ello que el Real Madrid no haga un remake de aquella vergonzosa campaña “Todos somos Messi” que impulsó el Barcelona.
Lo relevante es evitarlo en el futuro. Las carencias de personal de nuestra administración tributaria hacen que será difícil adoptar las medidas inspectoras que debieran aplicarse. Pero posiblemente el problema sea previo: ¿es adecuada la legislación tributaria que permite e impulsa estos juegos de fiscalidad de diseño?
Más aún, viendo la utilización de sociedades domiciliadas en Irlanda y Holanda ¿para cuando una armonización fiscal de la legislación de sociedades en la Unión Europea?